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“Aquellos que no están inclinados hacia el aspecto espiritual pueden tomar yoga porsus beneficios físicos. La salud del cuerpo y la mente es importante para todos, ya sea que deseen tener éxito en sus actividades mundanas o en la autorrealización.”  Geeta Iyengar, Yoga a gem for women

Practico y enseño yoga. Medito de vez en cuando, no creo en los chakras y, la verdad, llegar al Samadhi (iluminación) me tiene sin cuidado. Tomo antidepresivos recetados por una psiquiatra y fabricados por una farmacéutica capitalista del mal, obvio me vacuné vs. el COVID, tomo mezcal y amo el chicharrón (no vegano, el de cerdo).

Emmanuel Carrère es un escritor francés, meditador, practicante de yoga y otras prácticas orientales.  En su último libro “Yoga”, cuenta su travesía por una profunda depresión que lo llevó a internarse en un hospital psiquiátrico. En las entrevistas que le hacen le preguntan con asombro cómo acabó así si «él practica yoga y medita.» 

Carrère responde con la siguiente frase: “hay que trabajar con el material existente”. Añade: uno hace yoga con lo que tiene, con sus problemas psiquiátricos, manías, defectos, es lo que hay. No cambiamos para “ser dignos” de practicar yoga, y el yoga, aunque es una excelente herramienta para vivir más en paz, tampoco nos va a transformar en algo radicalmente distinto a lo que somos.

Qué aburrido sería que la práctica de yoga y meditación nos convirtiera en humanos fabricados en serie con puras características “deseables”:  siempre felices y en paz, veganos, hinduistas, abstemios y ultra espirituales.

Hace 4 años el yoga me atrapó en un momento difícil de mi vida. Cambié mis horas de gimnasio por esta práctica. Me tenía fascinada, confundida y a veces incómoda por sus toques místico-religiosos en ropa de gimnasio y sudor. He aprendido a amarlo con todo y ambivalencias: hay cosas de la cultura del yoga que no me gustan nada, otras que me encantan.

Considero que al dar clases de yoga me toca prepararme lo más que pueda, seguir practicando, pensar y formarme un criterio propio. Luego, ser honesta y compartir lo que en verdad me convence, practico y sé.

En 20218 me inscribí a mi primera certificación de maestros porque era la manera más fácil de acercarme a la teoría y filosofía, no tenía intención de dedicarme a dar clases, era mero interés intelectual (ajá). Siguió una segunda certificación, un curso sobre historia del yoga en El Colegio de México y una formación de yoga restaurativo y terapéutico (de la que aún debo la “titulación”). 

Actualmente estudio psicología, lo que me está dando nuevas herramientas para entender, desde una visión occidental y científica, el sistema nervioso, la manera en la que percibimos el mundo y cómo nos movemos en él. 

Llevo apenas 18 meses dando clases de yoga. Estoy en pañales, sé que tengo mucho más que aprender y que los años irán transformando mi concepción de la práctica y la forma en la que la comparto. Pero ya puedo hacer un primer corte de caja con aspectos que me parecen interesantes:

  • Hay muchos yogas

Lo que hoy llamamos yoga es una mezcla bastante compleja de prácticas y filosofías proveniente de la India, algunas milenarias y otras no tanto (s. XX). No hay manera de rastrear de manera “prístina” el origen del «El Yoga”.

  • Las posturas de hoy no se practicaban hace milenios

Aunque la palabra yoga aparece en textos hindús del año 1,700 antes de nuestra era (a.n.e.), estos textos no mencionan las posturas físicas que son la base de la práctica de hoy en día. La importancia del cuerpo en la práctica del yoga surgió después, y el amplio repertorio de posturas actuales en realidad son más modernas de lo que imaginamos. Esta modernidad no es ni “mala” ni “buena”, simplemente es.

  • Vale la pena encontrar el estilo de yoga que “mejor nos caiga»

 Hay diversos estilos: desde yoga nivel acrobático hasta yoga que casi parece rehabilitación física. No todos los estilos son aptos para cualquier persona, no todos los estilos nos hacen bien. Derrumbemos la idea de que cualquier clase de yoga “me va a caer bien”. Antes de embarcarte en el yoga piensa qué buscas, qué necesitas y consulta con tu médico si tienes alguna enfermedad o lesión. 

  • Cada maestro de yoga es un mundo

Dependiendo de su formación, ideología e intereses cada maestro enfatiza aspectos diferentes de la práctica. Algunos siguen a rajatabla las indicaciones de textos clásicos, por clásico me refiero a libros de los años 60. Otros incorporan conocimientos más recientes de biomecánica y anatomía, animándose a contradecir textos clásicos e incluso vetando ciertas posturas consideradas no muy saludables para nuestra anatomía. Para ciertos maestros la parte espiritual y filosófica hindú es fundamental, para otros lo es más el conocimiento de la fisiología y anatomía humana. Hay para todos los gustos y necesidades. Identifica qué te llama la atención, con qué conectas y con qué no. Prueba cuantos maestros sean necesarios.

Lo que aplico en mis clases:

  • Me parece fascinante conocer la historia y filosofía del yoga, no la excluyo de mis clases pero no me parece fundamental para practicar. Hay quienes critican la práctica “descafeinada” (no espiritual) del yoga, yo no. Priorizo los conocimientos de anatomía, biomecánica y del sistema nervioso sobre los de filosofía hindú.

  • Me parece válido que los objetivos de practicar yoga sean “mundanos”: regular el estrés, conocer tu cuerpo, descansar, mejorar tu movilidad y cuidarte. Para mí, unir el alma individual con la universal (literal esta es una definición de yoga) puede esperar.

  • Considero que el yoga es un antídoto contra las horas que pasamos frente a una computadora o con la cabeza agachada viendo el celular. Un antídoto contra la prisa, contra estar sin realmente estar, contra nuestra negligencia a lo que realmente sentimos.

Si tienes ganas de explorar más sobre la práctica del yoga te invito a la clase teórico-práctica «¡¿Qué chingaos es yoga?!» sin costo (cooperación voluntaria) que daré el sábado 2 de octubre de 10 am a 12 pm por Zoom. La clase es para mujeres. ¡Regístrate aquí!

Habrá una práctica de nivel básico para tener una probadita de lo que se siente moverte y respirar en una clase de Hatha yoga, exploraremos los orígenes del yoga en la filosofía hindú y platicaremos de los distintos estilos de yoga que existen y sus beneficios. ¡Ahí las espero!

 

Les comparto dos de las entradas anteriores donde hablo sobre el yoga: 

Mi historia de amor con el yoga

Beneficios del yoga (sin publicidad engañosa)

Y la página donde pueden ver las clases de yoga que ofrezco: grupales por Zoom (solo para mujeres), particulares

Crédito imagen destacada: Photo by Susanna Marsiglia on Unsplash 
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